martes, 15 de mayo de 2018

Minimalismo interior


Una de las rutas que me gusta seguir es la de Lucía Terol. La conocí a través de sus vídeos mientras escribía mi libro Lealtades Manifiestas, por fin recién acabado y listo para llegar a manos de los lectores, gracias a Andrea Luca, que dirige la editorial Sirena de los Vientos.

¿Porqué me llamó la atención Lucía? Porque mientras yo hablaba de los órdenes sistémicos y de la importancia de resetear nuestras creencias para llegar a nuestra verdad, a ser nosotras mismas, nosotros mismos, ella hablaba de resetear nuestro espacio físico. Hablaba de la importancia del orden externo, después de una poda, donde lo caduco se retira y queda espacio vacío para poder elegir con consciencia “¿qué voy a poner aquí?” Porque si bien es importante dejar espacio, no lo es menos llenarlo con cosas que sintonicen con nuestro nuevo modelo del mundo.

Curioseando sobre el minimalismo, me encontré toda una filosofía de vida, muchos autores, libros, cursos, sesiones individuales y de grupo... todos ávidos por ordenar su tiempo, su espacio, sus relaciones... entonces, siguiendo esa avidez por colocar cada cosa en su lugar y con la máxima “menos es más” , me dí cuenta de que todo ello es una metáfora actuacional de lo que hacemos en constelaciones familiares. Aquí el orden se establece con nuestros ancestros, con nuestra familia, con las personas que nos relacionamos, con el fin de deshacer nudos emocionales y fluir con la vida “ligeros de equipaje”, como apuntaba el profesor Tony De Mello.

El pasado 4 de mayo, tuvo lugar la presentación de Lealtades Manifiestas en la biblioteca del Retiro de Madrid. Su portada nos muestra un árbol después de la poda, con el corazón latiendo en el centro su savia nueva y dando vida a través de una manos generosas. Y generosidad fue lo que hubo en nuestra presentación. Fue un intercambio bien equilibrado de manos y corazones abiertos a la Vida. Todos los asistentes entregamos algo de nosotros mismos: nuestro trabajo, ilusión, esfuerzo, dinero, alegría, cooperación y arte. De la música se encargó Carmen Espinel, directora de la Escuela de música de Getafe, nos trajo al joven Héctor López. Gran artista.



Muchas gracias a todas y todos por haberme ayudado a que mi libro viera la luz rodeado de vuestra Luz.