domingo, 5 de junio de 2016

Comunicación con conciencia en Sevilla

Acabamos de celebrar uno de nuestros talleres más enriquecedores para el desarrollo personal y profesional. Esta vez lo solicitaba la Escuela de Salud y Bienestar ADOREA, de la fundación SARquavitae de Sevilla. Por cierto, celebran una década desde su apertura y pronto darán el salto a la Universidad. ¡Enhorabuena!

Compartimos durante dos horas algunas técnicas sobre la comunicación eficaz, pero, sobre todo, muchas historias de vida sobre cómo nos comunicamos y tomamos conciencia de nuestro bagaje interior, nuestra mente, emociones, sensaciones a la hora de relacionarnos con el otro.

Las personas que acudieron al taller procedían de diversos campos. Algunas estaban en activo y otras, jubiladas, pero todas estaban a la expectativa con una actitud de apertura hacia lo desconocido.

Había muchas cosas encima de la mesa, que para mí eran más importantes que el ordenador. Según se fue desenvolviendo la dinámica del encuentro, pudimos ver que todos y cada uno de los objetos iba tomando su propio sentido.

Por ejemplo, las manos de Lola buscaron sin saberlo, un exprimidor de zumo. Su inconsciente captó el mensaje enseguida, le dio una pista para reflexionar “¿le estás sacando todo el jugo a tu momento actual?, “¿exprimes al máximo tu vida, o te pierdes algo?” Como sabemos, no hay casualidades. Hubo algo para cada asistente, y por supuesto, ya que éramos un grupo, lo de los demás también era para nosotros.

Una de las señoras que residía en ADOREA, se llamaba María. Me llamó la atención su respuesta ante la pregunta, en la primera ronda que hicimos, sobre qué era lo más importante en comunicación. Con su experiencia y sabiduría, dijo que era “la sencillez y humildad de querer escuchar al otro, de no querer imponernos con nuestra razón a lo que el otro nos dice” Cuando escuché eso pensé “lo ha dicho todo y se acabó el taller” pero bueno, ya que me había desplazado desde Galicia y me gustaba el grupo, decidí continuar… Aunque ya se había dado el quid de la comunicación en esa frase. Gracias, María, por tu coherencia con esa humildad.  

Mercedes, la directora, tuvo un pequeño globo terráqueo entre sus manos. A la pregunta si le resonaba como metáfora, no dudó y dijo “Sí me dice algo de mí, yo no tengo fronteras, no pongo límites entre países, soy del mundo” Nosotros contigo.

Muchas gracias a todos y todas y concretamente a ti, Mercedes, por habernos dado esta oportunidad de compartir los Encuentros con conciencia en esta ciudad tan bonita, Sevilla.

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