miércoles, 22 de julio de 2015

Verano, tiempo de cosecha

Al margen de nuestras prisas para “llegar cuanto antes“ al futuro o de nuestras reticencias a soltar el pasado, las estaciones estivales llegan siempre a su hora, con sus ritmos implacables.
El verano, por antonomasia, es tiempo de recoger la cosecha. Algunos dirán, pero ¿de qué cosecha se trata si no trabajamos en el campo? Eso es cierto. Sin embargo, hay un maná espléndido y gratuito que la vida nos regala generosa y continuamente a todos: sembradores y no sembradores. Y este verano que estamos viviendo, sería una lástima no recogerlo. Me refiero a disfrutar de los “escenarios” que esta época estival nos ofrece.

Ayer me sucedió algo sorprendente aquí donde vivo, en las Rías Bajas de Galicia: una manada de delfines pasaba cerca de dónde yo me estaba bañando, no muy lejos de mí. Lo tomé como una sincronicidad, un “guiño” de la segunda atención, de la que habla Castaneda en Las enseñanzas de Don Juan. Realmente, ha sido un suceso totalmente inesperado e inusual, es la primera vez que me ocurre. No podía dejar pasar ese hecho. Así que al llegar a casa retomé mis apuntes sobre la sabiduría totémica, dónde explican qué nos dicen los animales que llegan a nuestras vidas de repente o que viven con nosotros.

Ahí estaban mis notas. Decían que los indios americanos consideran al delfín como el transmisor, el comunicador por excelencia. Nos hablan siempre de alegría, dadores de vida, el maná, del disfrute del momento presente. Como animal de poder, esa cultura acoge a los delfines como los conocedores del constante flujo, la compresión del ritmo, el uso exquisito de la respiración para liberar las emociones intensas, el poder del agua.

Las tribus primitivas , al convivir en contacto estrecho con la Naturaleza, sentían la esencia única de los diferentes animales y sabían cómo beneficiarse de ellos. Es hora de reconexión. El delfín nos recuerda que tenemos que movernos con las mareas de la vida y no estancarnos con creencias obsoletas o acontecimientos pasados. El instante nos renueva siempre.

Os invito a poner ATENCIÓN en cada suceso que ocurra en vuestro día a día, por nimio o carente de significado que parezca, nada es casual y está comunicándonos lo que necesitamos saber Aquí y Ahora. Feliz recogida de cosecha!

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