martes, 19 de mayo de 2015

La paradoja del tiempo

Sin tener que llegar a ninguna parte, estamos en constante movimiento.
Sin necesidad de alcanzar metas, avanzamos sin cesar.
Pero, ¿a dónde vamos? A ninguna parte.
Entonces, ¿qué hacemos? Vivir.
¿Para qué? Para expresar lo que realmente somos.

Hoy hace un año que abrimos nuestra ventana al mundo a través de este blog. 5.330 visitas. Un motivo de celebración. Es un logro no planificado que nos produce la sensación de no haber conseguido nada y sentirnos fenomenal al mismo tiempo. Otra paradoja.

Estrenábamos este espacio con la foto de unos caballos dirigidos por un carruaje, me acuerdo que la había elegido como símil del coaching. Me había parecido adecuada en ese momento. Ahora, han pasado tantas cosas -  aquí tenéis una muestra, en las 53 entradas – en un año, que es como “si los caballos no necesitasen riendas” Ellos en contacto con la Naturaleza, y nosotros, bien arraigados a nuestro Ser, a nuestra esencia, sentimos que todo fluye sin necesidad de programar. Os invitamos a la propia introspección. El método es sencillo, se trata de respirar siendo conscientes del aire que entra y que sale. Se puede hacer en cualquier momento, paseando, realizando tareas, mientras esperamos a alguien…, se trata de practicar el hábito de la respiración consciente.Merece bien la pena intentarlo.

Aunque hay más.

Para abrir la puerta de acceso a la unión con nuestro ser, los hombres y mujeres disponemos de un centro de energía muy importante. Los japoneses le llaman Hara. Está situado entre el ombligo y la pelvis. Localizar este recurso y saber activarlo, nos proporciona la fuerza para estar bien arraigados y permitir vivir la vida en vez de sobrevivir a ella.  Para los que quieran ir más allá, os sugerimos un libro fundamental, “Hara : centro vital”, de Dürckheim.             

Muchas gracias a todos y todas por estar ahí, dando sentido a este blog.

No hay comentarios:

Publicar un comentario