martes, 23 de diciembre de 2014

El secreto de familia y el silencio de Sara

En Constelaciones Familiares se ve con frecuencia el daño que puede llegar a hacer “silenciar” lo que ha ocurrido o lo que ha hecho algún miembro del sistema, cuando éste se sale de la norma. Es decir, lo que estaba prohibido, si se transgredía, había que taparlo, por vergüenza, culpa… era una deshonra. El caso es que generaciones posteriores, cargan con ese secreto y por fidelidad al sistema, su Destino está abocado a veces, a padecer cualquier fatalidad. Se les llama “lealtades invisibles”. Hay mucha literatura sobre el tema, pero mi intención es sólo explicar esta breve introducción para poder contaros algo sobre Sara.

Sara es una mujer que acudió a uno de nuestros talleres de Constelaciones Familiares. Le hemos pedido permiso para contar lo que allí sucedió y para proteger su identidad, ella misma ha elegido este bonito nombre. Nos explicaba que le había llegado el momento de conocer desde otra perspectiva, qué había ocurrido en su familia. Les habían sucedido muchas cosas, pero a ella quizás lo más fuerte. Recuerda que había sido una niña sana y que un día, a los nueve años, le invadió un silencio absoluto. Se había quedado sorda de repente. Sus padres la llevaron a los mejores especialistas del momento y estaban perplejos , ya que no había indicios de enfermedad alguna, ni de infección ni traumatismo, sólo un hecho: la niña no volvió a oír. Le implantaron un tímpano artificial y le reeducaron la audición. A partir de entonces oye a través de un aparato. Otro de los avances de la ciencia. 

En su Constelación se vio lo que había estado oculto: al menos durante tres generaciones atrás había sucedido algo que nadie debía saber, era obligado “vivir como si sólo se escuchara silencio”, así se protegía al transgresor y a la familia. No es importante el hecho, quizás fuera un asesinato, una infidelidad, una violación… quien sabe, el caso es que este “no ver”, “no acoger” lo sucedido y taparlo, pensando que así “duele menos” es un grave error. La comprensión de Sara fue clara cuando vio que ella, por amor a los suyos, concretamente a su madre, el Destino la llevó a perder su oídos. Un aprendizaje que podrá transmitir ahora a su pequeña hija de tres años: la realidad, sea la que sea, hay que mirarla de frente.Enhorabuena, Sara.

Sí, de frente. Mañana celebramos la Nochebuena, un tópico para muchos, una lata para otros. También una celebración para recordar, los que conocen a Jesús, que hace dos mil años él miró la realidad de frente, la acogió y la llenó de paz. A éstos y aquéllos, os deseamos estos días, auténticos Encuentros con las personas que os acompañan en este devenir que es la vida.

Feliz Navidad!

lunes, 15 de diciembre de 2014

El conductor lúcido

Algunas personas, más de las que lo cuentan, han tenido experiencias cercanas a la muerte. Han permanecido horas, días o incluso meses en estados de coma. Después se recuperaron y volvieron a vivir. Otro comienzo desde otra perspectiva, para los más afortunados.

Existe mucho movimiento alrededor de este tema, ya que nos intriga: ¿dónde estamos? y ¿qué sucede durante ese período de tiempo? Cuando el cuerpo no funciona y hay que mantener las constantes vitales de manera artificial, ¿porqué se decide volver a vivir?, ¿quién lo decide?

Emilio Carrillo ha tenido una de esas experiencias. A partir de entonces no ha dejado de proclamar un montón de buenas noticias. Las explica utilizando un símil, pues es difícil hablar de la realidad intangible. Y se refiere al conductor – nuestro ser esencial-  y al coche – la parte física, psíquica y emocional -. Mientras el coche no está operativo, el conductor se vuelve lúcido. En esa lucidez, surge la oportunidad de recordar conscientemente quienes somos, cual es nuestra misión, cómo encajan todos nuestros actos en una perfecta armonía… y caemos en la cuenta de que  no existe el error, ni la culpa, ni la muerte… sólo la certeza de que todo estuvo bien y todo es Vida.

El año pasado, se dieron una serie de sincronicidades en Encuentros con conciencia , y pudimos conocer personalmente a Emilio. Fue en Sevilla ,en septiembre. Pasamos calor, eso sí. Después nos enteramos que ese mes es el más caluroso del año. Dicen que hace “el calor del membrillo” ya que es tan aplastante, que los membrillos terminan de madurar y se caen solos del árbol. Y nosotros allí. Bueno, ya lo sabemos. Salvando la anécdota, fue un estupendo viaje. Ahora seguimos a Emilio a través de su blog y cuando se deja ver por Galicia.

Las buenas nuevas están aquí, en un reciente Congreso en Albacete, las explica él mismo:
Muchas gracias a ti, Emilio y también a todos los que hacen posible estas conferencias magistrales, del recuerdo de lo que somos.

martes, 2 de diciembre de 2014

Los niños de la calle

En África, se vive de manera natural que los niños, cuando son demasiados en la familia, se vayan a vivir a la calle. No hay ni espacio ni alimentos para todos en las casas.
En la ciudad, se pueden ver grupos de estos pequeños, que luchan por sobrevivir encontrando comida por cualquier parte, llegando a identificarse más con su instinto animal que con su categoría de seres humanos. Lógicamente.

Sin embargo, desde una perspectiva más amplia, se puede ver en estos niños su grandeza. Así le ha ocurrido a Marina, una gran amiga que ha vivido en el Congo, en el corazón de África, casi toda su vida. Ella nos transmite muchas historias de Kinshasa. A mí una de las que más me ha impactado ha sido esta, la de los niños de la calle. Cuenta que un día, vio a un niño de seis o siete años sólo y le preguntó si quería ir con ella para comer, lavarse, vestirse…aprender a leer… y el niño asombrado le preguntó “ pero ¿yo soy persona? “.

Había perdido su sentido de vida. Le habían quitado sus derechos. En la casa de Marina tuvo buena acogida. Después, también un buen futuro.

Este fue un hecho real. Se puede decir, “bueno, pero quedan miles de niños sin comida todavía” Si. Pero para éste ha sido importante, como las estrellas de mar que recogía un caminante por la playa una a una y las lanzaba al mar. Alguien le preguntó “¿porqué hace eso si hay tantas? “y le respondió, “pues porque las que lanzo, vuelven a vivir, y para ellas, es importante…”

Mañana es la fiesta grande en Javier, en el corazón de Navarra. Marina se mueve entre corazones. Allí vive, desde que ha vuelto de África, en compañía de otras muchas mujeres, que han estado por todo el mundo, siguiendo fielmente la senda de su camino interior. Unas valientes y unas afortunadas… ellas lo saben.

Encuentros con conciencia se nutre con ellas. No perdemos la ocasión de compartir unas horas cada vez que vamos a esa tierra, de pura belleza y buena gente. Felicidades a todos y todas. Que el espíritu de Francisco Javier, referente de entusiasmo y valor, siga alentando los corazones.