jueves, 9 de octubre de 2014

Los buscadores de perlas

Alguien podría pensar ”¿un árbol invertido le sirve a alguien?”  Sí: a los buscadores de perlas. Esta es la respuesta que darían los participantes del taller del sábado en Pamplona.
El jardín del árbol invertido de Rafael Trelles (1998)
Perlas de sabiduría y comprensión que se iban recogiendo a medida que se realizaban las Constelaciones Familiares, en un espacio de máximo respeto y reconocimiento a todo lo que fue.
Para ello, hubo que llegar a las raíces, “invertir el árbol “ de nuestra vida y ver el origen, donde nuestros ancestros, llevados por la fuerza inexorable de su Destino, lo soportaron como fueron capaces, entregándose a él la mayoría del tiempo con  sufrimiento y a un precio muy alto.
Ahora nos toca vivir a nosotros, sabiendo que formamos parte de su historia pero también creando la nuestra que, a veces, atrapados en los destinos de ellos, nos impiden abrazar la propia vida.
Por eso ha sido tan revelador el darnos cuenta de que “el árbol (nosotros) tiene raíces pero las raíces no son el árbol”.

Quizás nos juzguen las próximas generaciones y alguien nos podrá echar en cara ¿porqué hiciste esto o lo otro que estuvo tan mal? Entonces, lejos de sentirnos culpables, podremos recuperar la perla de la comprensión, y con una perspectiva más profunda les podremos mirar con ternura, porque nosotros también fuimos miopes un día.

Ahora sabemos que todo estuvo y está bien.

A partir de este cuatro de octubre, cuando se celebra la fiesta  de Francisco de Asís, nosotros en Navarra, con zapatos nuevos, estrenamos vida.

Muchas gracias a los que habéis compartido ese estupendo día con nosotros y lo habéis hecho posible. Vuestras historias son las nuestras y en ellas, estamos todos.

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